jueves, 27 de enero de 2011

HACER

Tanto entrego, tanto pugno y propugno,  tan po-
co soy en el hacer del orden consistente; entién-
danme, fui convocado, estoy aquí para hacer al-
go y lo hago, tengo algún talento, la voluntad me
sobra, entonces  procedo,  me desparramo, quito
de mí ( la frondosidad satura,  me advirtieron) lo
rancio, su temblor ineficaz,  los rebeldes pruritos
personales, sopapeo de mí (esa es la norma) la es-
canción, las simetrías delatoras, el  tenso malabar 
del  pensamiento;  entiéndanme,  fui  convocado,
estoy aquí para hacer algo, no  sé qué  es  pero lo
hago,  lo  que fue  ya  fue,  lo que  será  depende,  
"aplique  sobre usted  la  mímesis reductora, pro-
diguese, evite el  soliloquio"  (esa es la consigna),
lo que será  depende,  la purga, el  alcance veloz
del correctivo, de  eso depende,  tan poco soy en
el hacer del orden consistente;  entiéndanme, ha-
go lo que puedo, no sé para qué hago lo que pue-
do,  estoy  aquí, es  cierto,  eso  me  compromete, 
eso me ata  de  pies y  manos,  pero entiéndanme, 
necesito  descargar,  necesito  estar liviano, ahue-
carme, pertenecer a mi vacío, arder en sus bastio-
nes luminosos,  necesito las  huellas  radiantes de 
ningún  devenir, no sólo  denuedo,  no sólo esco- 
zor,  necesito de-no-dar-me,  desintegrarme, des 
hacer mi destreza dependiente.


Luis O Tedesco, (1941) poeta argentino- De "Lomas del Mirador" - Losada - 2006

lunes, 17 de enero de 2011

Lomas del Mirador

Adjetivo

Digo que las determinaciones del discurso modi-
fican el trascurrir de la apariencia. Ordene usted
sobre sí la postración espiritual, el silencio iniciá-
tico y el exterminio afectivo; obtendrá un organis-
mo cavado por las gigantescas rendijas del Desa-
liento y la Amargura, incisiones que obrarán sobre
su aspecto como radares subcutaneos de la angus-
tia original. Vea, si no, lo ocurrido aquí, en Lomas
del Mirador: treinta años atrás, un decreto dispu-
so la aniquilación del adjetivo de contenido aní-
mico en los textos de enseñanza primaria, secun-
daria y universitaria, en las alocuciones oficiales, 
en los librios de interes general y en los poemas
relatos publicados durante décadas de intros-
pección "subversiva". Los muchachos querían 
substancia, amontonamientos jerárquicos de la 
cosa misma, y un dispositivo verbal dirigido espe-
cificamente a la producción de anticuerpos para
los estallidos del alma. Luego del éxito, luego de
las primeras agonía, cuando la autoridad lingüística,
en connivencia con el Régimen de purificación
Patria en Estado de Gracia militar, prohibió el uso
del adjetivo en cualquier ámbito de dicción públicas
o privada, y a policia, entrenada en la tortura semán-
tica, perfeccionó sus procediemientos quirúrgicos,
nuestra vida, esa breve apariencia, concedida para el
fulgor y la desmesura, comenzó su rápida adecuación
a las ataduras de la reciedumbre castrense. Eso le
pasó a usted, me pasó a mí, nos pasó a todos. 
El decaimiento progresivo de objetos desasidos
de adherencias afectivas trasnsformó las cocinas
en cubículos de materia grasa. Los dormitorios se 
convirtierón en niditos de amor para palomas, ga-
tos, arañas y cualquier bicho necesitado de paz
hogareña. Una bruma violenta de inhalaciones as-
máticas inundó el aire de las mañanas con su tor-
sión de gritos ahogados por la cerrazón expansiva. 
Entonces, recien entonces, advertimos la presencia, 
el pavor espeso del Mal. Usted, yo, cada uno de los
que hasta aquí llegamos, fuimos desfigurados por el
cosquilleo debilitador de la cualidad ausente. Dé-
jeme decirle esto: La materia viva es siempre cuali- 
dad, y sólo la cualidad es apaz de proponer signifi-
cado al orden natural. Desadjetivados, sin pulsión
erradicante, convertidos en enclaves de alguna fata-
lidad, no nos quedó otro recurso que desobedecer y
profanar. No tengo claro qué de nosotros inició la
revuelta, pero Lomas del Mirador ha comenzado a
mostrar, sobre sus calles laceradas, las huellas del
vuelo de Minerva. Una floración salvaje, gorriones,
mariposas, bichitos de luz, potrillos, árboles de con-
sumación silvestre, el esplendor de "cariñosas leja-
nías", y aquí y allá, cerquita de cada uno, el murmullo,
el denodar, el nodadocomosí, el trebolar de las pala-
bras, eso que usted ve, eso que está ahí, su límite de
suelo, el aguerrido asombro de la conjuración radiante.

Luis O Tedesco (1941) Poeta argentino. De "Lomas del Mirador" - Losada - 2006

lunes, 3 de enero de 2011

POR ÚLTIMO SIN ESE BUEN AROMA SUCESIVO ...

Por último, sin ese buen aroma sucesivo,
sin él,
sin su cuociente melancólico,
cierra su manto mi ventaja suave,
mis condiciones cierran sus cajitas.

¡Ay, cómo la sensación arruga tánto!
¡ay, cómo una idea fija me ha entrado en una uña!

Albino, áspero, abierto, con temblorosa hectárea,
mi deleite cae viernes,
más mi triste tristumbre se compone de cólera y tristeza
y, a su borde arenoso e indoloro,
la sensación me arruga, me arrincona.

Ladrones de oro, victimas de plata:
el oro que robara yo mis victimas,
                          ¡rico de mí olvidándolo;
la plata que robara a mis ladrones
                          !pobre de mi olvidámdolo¡
Execrable sistema, clima en nombre del cielo, del bronquio y la quebrada,
la cantidad enorme de dinero que cuesta el ser pobre ...

Cesar Vallejos, poeta peruano (1892 -1938) De "Poemas Humanos" -Periolibros 1992 -Pagina 12