domingo, 22 de agosto de 2010

LO MÁS TERRIBLE QUE POSEEMOS

Yo

Lo que
queda
respecto
a mí
persona.

En general
soy
todo
un
accidente ...

Aquí estoy, loco 

No soy muy bueno 
para las cosas 
no soy muy comunicativo 
con las personas 
ni mucho menos con las mujeres 
no soy muy bueno
para explicar
no soy muy bueno
para pelear
no soy muy bueno
para esto
pero la verdad
no te fíes de mí
porque lo que me
mantiene vivo
es la motivación ... 

El mundo y todo su contenido es nuestro

No te preocupes por nosotros
porque nos ves solo
sinceramente
es lo más terrible que poseemos
pero nos sentimos a gusto
porque ella es encantadora
cuando te mira o
te hace muecas
sonreís
aunque todos nos miran sorprendidos
porque la verdad
las personas se sorprenden
cuando te ven reír solo
y no con la realidad.

Nos vas a ver siempre
caminando y con la frente en alto
porque no tenemos
de qué avergonzarnos
aunque siempre fuimos para otros:
"ese mal hablado"
"ese mal pensado"
y también nos veras sentado en un banco
de cualquier plaza
y pensaras que queremos estar con alguien
y es verdad
pero no de mal pensar
sino de estar charlando
de cualquier tema
de cualquier cosa
de cualquier gilada
y siempre queremos ayudar
a cualquier mujer
porque si hicimos feliz a una
podemos con todas
y no queremos ser parte de nadie
porque estamos convencidos
de que el mundo
y todo su contenido
es nuestro ... 


189

Después de terminar
una losa de 100 metros cuadrados
me dí cuenta
de que mi vida
no iba a ser pareja
tendría que lidiar con un miserable
sueldo digno
lidiar con el fiado
lidiar con los días sin "morfe"
lidiar con los días de "sequía"
lidiar con problemas ajenos
lidiar con gobiernos fachos y autoritarios
... así que sí
me dedique a ser
una persona alegre ...

Ernesto Lisboa Castro, poeta (1974) - inéditos

domingo, 15 de agosto de 2010

¿ FIERAS DE PAPEL EN AMBAS ORILLAS ?

nuestros mitos se han permitido sobrevivir
y nos han obligado a retroceder
ante esa piedra de la desmemoria
con la que reconstruye su mausoleo

no somos la juventud que los continuará
tampoco el pasado que los llora
y aunque fuertes y lúcidos como la historia 
queremos educarnos en la fragilidad del futuro.

Juana Bignozzi, poeta (1937) De "La ley tu ley" Obra reunida-Adriana Hidalgo editora -2000

domingo, 8 de agosto de 2010

Quisiera hoy ser feliz de buena gana ...

Quisiera hoy ser feliz de buena gana,
ser feliz y portarme frondoso de preguntas,
abrir por temperamento de par en par mi cuarto, como loco, 
y reclamar, en fin, 
en mi confianza física acostado, 
sólo por ver si quieren, 
sólo por ver si quieren probar de mi espontánea posición, 
reclamar, voy diciendo 
por qué me dan así tánto en el alma. 

Pues quisiera en sustancia ser dichoso, 
obrar sin bastón, laica humildad, ni burro negro. 
Así la sensación de este mundo, 
los cantos subjuntivos,
el lápiz que perdí en mi cavidad
y mis amados órganos de llanto.

Hermano persuasible, camarada,
padre por grandeza, hijo mortal,
amigo y contendor, intenso documento de Darwin:
¿a qué hora, pues, vendrán con mi retrato?
¿A los goces? ¿Acaso sobre goce amortajado?
¿Más temprano? ¿Quién sabe, a las porfías?

A las misericordias, camarada,
hombre mío  en rechazo y observación, vecino
en cuyo cuello enorme sube y baja
al natural, sin hilo, mi esperanza...

Cesar Vallejos, poeta (1892-1938) De "Poemas Humanos"- Periolibros/Pagina 12 - 1992

domingo, 1 de agosto de 2010

El poeta político

El poeta era también político. Se interesaba por los problemas
pequeños y grandes de las gentes y era capaz de encontrar y
aplicar soluciones. Su generosidad era eficiente. Podía soste-
ner una empresa. Podía dominar los pequeños detalles. Podía
enunciar, exponer. Su elocuencia había superado la impostura,
y entre las gentes sencillas y buenas el poeta político había lo-
grado ser uno más. Pero, si el poeta atendía a las cosas del
mundo, sintiéndose simplemente vivir, más allá de la palabra,
también sentía la urgencia de la palabra misma. También expe-
rimentaba la necesidad de demorarse, de interrumpir la fluencia
entre el mundo y él. Entonces el poeta empezaba a hablar para
sí mismo en un intento de hablar mejor, más hondo, a todos los
hombres. Y perdía su voz y rompía su instrumento.


Edgar Bayley, poeta (1919-1990) De "Poesía Buenos Aires (1950/1960)-Rodolfo Alonso Selección, Prólogo y notas-Ediciones del Dock -2009